Garantizar que el asegurado y su familia mantengan el nivel de vida acostumbrado pase lo que le pase es el principal argumento para contar con un seguro de vida. Pero hay otros igualmente importantes que resaltan la utilidad de ser previsores

 

La vida da muchas vueltas. Aunque hoy una persona goce de salud y de seguridad económica para cubrir sus necesidades y la de sus familiares, la situación puede cambiar de un día para otro. Un ejemplo de ello ha sido la pandemia de la covid-19. Por eso, disponer de un seguro de vida es conveniente para asegurar el futuro, convirtiéndose en un apoyo esencial para las familias y para los propios asegurados. Estas son las ventajas:

1. El objetivo de un seguro de vida: proteger el futuro

Es más que probable que, en algún momento de la vida, las personas se planteen qué sería de su familia o de ellas mismas si les pasara algo. Con un seguro de vida se sabe la respuesta de antemano: se contaría con unos ingresos determinados para garantizar la calidad de vida. Y es que la principal función de un seguro de vida es proteger a los individuos ante una eventual situación adversa provocada por el fallecimiento o la invalidez permanente absoluta del asegurado aportando estabilidad económica a la familia.

De hecho, según datos de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), cada año la tercera parte de los fallecidos de entre 41 y 50 años en España está protegida con un seguro de este tipo.

Es decir, en los momentos más difíciles, este tipo de protección puede convertirse en una de las ayudas principales para muchos hogares, ya que “ofrece la tranquilidad de saber que pase lo que pase, una familia va a poder mantener el nivel de vida acostumbrado durante un tiempo para readaptarse a la nueva situación”, explica José Manuel Veiga, director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros.

Según un informe de la iniciativa de Unespa, Estamos Seguros, en España hay 3,8 millones de personas hipotecadas que cuentan con un seguro de vida

Entre esas variables hay que contemplar, por ejemplo, que los hijos puedan proseguir sus estudios o mantener la vivienda habitual aunque aún quede por pagar parte del préstamo hipotecario.

2. Cobra relevancia en los momentos más importantes de la vida

La cobertura básica de un seguro de vida es el fallecimiento del asegurado, fatal circunstancia en la que haber contratado un producto de estas características adquiere una relevancia especial. Sobre todo para aquellas familias con una elevada dependencia económica, o incluso total, de la persona asegurada.

Ante estas situaciones, los beneficiarios o el propio asegurado recibirían el importe previamente fijado para amortiguar el impacto económico que provoca la ausencia o la incapacidad permanente absoluta de la persona asegurada. Para, tal y como ya se ha comentado, hacer frente al pago de una hipoteca o de un préstamo.

En España, hay 3,8 millones de personas hipotecadas que cuentan con un seguro de vida, según se desprende del informe La fatalidad, en el peor momento. Prestaciones del seguro de vida relacionadas con hipotecas, de la iniciativa de Unespa, Estamos Seguros. Esas personas pueden estar más tranquilas sabiendo que sus familiares y ellas mismas no tendrán problemas para afrontar el pago de esta deuda, pase lo que pase.

3. Compensa contratar un seguro de vida

Mucha gente se pregunta si es realmente necesario asumir otro gasto más a los que ya se tienen habitualmente y contratar un seguro de vida, ya que tiene un carácter voluntario. Sin embargo, los expertos resaltan que es un tipo de seguro que cobra especial relevancia en los momentos más trascendentales y con la utilidad esencial de blindar las necesidades económicas de la familia y de uno mismo si sucede algo.

“Hay que tener en cuenta que, de media, se necesitan unos cinco años para que una familia se recupere económicamente tras la pérdida de uno de sus miembros, y en este tipo de posibles situaciones todos debemos pensar en proteger a los nuestros”, señala Veiga.

¿Cuánto cuesta contratar un seguro de vida? La media anual de inversión es de 600 euros por persona y póliza, según datos de Unespa, muy por debajo de los más de 1.200 euros que destinan otros países europeos.

Las cifras oficiales afirman que, cada año, cerca de 70.000 familias españolas son beneficiarias de este tipo de pólizas, con una prestación media de 45.000 euros. Esta cantidad permite liquidar alrededor de 4.700 hipotecas anualmente, de acuerdo con el mencionado informe de Estamos Seguros, y superando los 166 millones de euros en total.

4. Otra serie de coberturas

Los seguros de vida no solo cubren en caso de fallecimiento, también son muy útiles para mejorar el bienestar económico de los propios asegurados y su familia. La razón es que les protege frente a imprevistos igualmente desafortunados, entre ellos la invalidez permanente absoluta.

“La principal cobertura de cualquier seguro de vida es la de fallecimiento, pero es igual de importante disponer de la cobertura de invalidez permanente absoluta. En esta situación, el asegurado no podrá realizar trabajo remunerado alguno y además puede llevar implícitos ciertos gastos como los médicos o disponer de una cantidad que compense la disminución de ingresos al tener que dejar de trabajar durante un tiempo”, explica el experto de BanSabadell Seguros.

Pero hay más casos en los que un seguro de vida demuestra su importancia, ya que también existen otra serie de coberturas complementarias muy interesante según las necesidades específicas de cada persona. Este tipo de seguros ofrece la posibilidad de solicitar un anticipo del capital si se padece una enfermedad grave como, por ejemplo, un cáncer de mama. Un dinero que ayuda al asegurado a costear tratamientos médicos que de otra forma quizás no se podría permitir.

5. Bonificaciones fiscales

Para incentivar la contratación de seguros de vida en España “se debería potenciar la deducción fiscal. Además, las prestaciones por fallecimiento e invalidez deberían estar más bonificadas a nivel fiscal para el impuesto de sucesiones y del impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF), respectivamente”, reclama el experto de BanSabadell Seguros, ya que actualmente no es posible beneficiarse de una reducción de la base imponible del IRPF por el pago de las primas.

LAS PRESTACIONES POR FALLECIMIENTO E INVALIDEZ DEBERÍAN ESTAR MÁS BONIFICADAS A NIVEL FISCAL PARA EL IMPUESTO DE SUCESIONES Y DEL IRPF
José Manuel Veiga, Director de Seguros de Protección de Bansabadell

No obstante, aunque insuficientes, sí hay algunos casos en los que se puede disfrutar de ciertas ventajas fiscales. Por ejemplo, si la póliza está ligada a una hipoteca, está permitido desgravarse hasta el 15% de lo destinado a la compra de una vivienda sobre una base máxima de 9.040 euros, aunque, eso sí, la adquisición debió haberse realizado antes del 1 de enero de 2013. En cuanto a los trabajadores autónomos, sí pueden incluir el pago de los seguros en su declaración de la Renta hasta un máximo de 500 euros si el tomador y el beneficiario son la misma persona.

Fuente: elpais.com/economía