• La reducción a 1.500 euros del importe deducible perjudica a 1,2 millones de trabajadores, que ahora pueden aportar hasta 2.000 euros

  • Los autónomos recurren a instrumentos de ahorro privado para disponer de un complemento para la jubilación

  • Las aportaciones a sistemas individuales se van a reducir un 40% en 2021

InvercoUnespa y la Confederación Española de Mutualidades (CEM) han publicado un comunicado conjunto para rechazar una de las medidas que incorpora el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022. En concreto, se trata de la rebaja de 2.000 euros a 1.500 euros de los límites anuales de aportación a sistemas de previsión social individuales. Estas tres patronales alegan que «afectará negativamente al conjunto de los trabajadores y, en especial, a los autónomos».

En primer lugar, subrayan que «debe mejorarse y no perjudicarse de nuevo el tratamiento de los instrumentos de ahorro individuales de previsión social complementaria». Y recuerdan que «en España hay más de 7,5 millones de partícipes en Planes de Pensiones individuales y casi 1 millón de asegurados en Planes de Previsión asegurados (PPA) que se van a ver afectados, de nuevo, con carácter directo e inmediato por la medida». De todos ellos, especifican que una gran parte son «empleados por cuenta propia».

Asimismo, califican de «discriminatorio» el hecho de que se mantengan «diferentes límites de aportación a sistemas de previsión social» y, sobre todo, por relegar los sistemas individuales ya que «de nuevo tendrían un límite notoriamente inferior». E insisten en que esta medida va a perjudicar significativamente «a los más de 3,2 millones de personas adheridas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social», además de a «los empleados de las pymes, en las que el ahorro colectivo apenas está presente».

De aprobarse la medida, lamentan que esta población ocupada quedará «fuera de la previsión social empresarial», por lo que instan a «posibilitar» a todo este colectivo a «acceder a sistemas de previsión individuales en las mismas condiciones y requisitos que cualquier otro trabajador». En opinión de las tres partes, «el sistema individual seguirá siendo necesario e imprescindible para todos aquellos que, como los autónomos, no puedan acceder al sistema de empleo por no estar las reformas desarrolladas».

En un amplio y contundente comunicado, apuntan que «la reforma que propone el Gobierno va a tener efectos indeseados, como ya se está observando con la que fue aprobada el pasado año». Y argumentan: «Con los nuevos límites, la cuantía de ahorro que se podría acumular dentro del sistema individual va a ser claramente insuficiente. A razón de 1.500 euros por año, un trabajador podría acumular 60.000 euros si ahorra sistemáticamente durante 40 años de trayectoria profesional, más la rentabilidad que obtuviera este dinero. Si se prorratea este importe durante los 20 años de esperanza de vida que restan a ese trabajador una vez alcanzada la edad de jubilación, el resultado es una cuantía media mensual que a duras penas servirá para complementar la pensión pública del trabajador y garantizarle unos ingresos totales adecuados».

Y, tras profundizar en los argumentos que acreditan su rechazo a la medida, transmiten su propuesta: «Los limites anuales de aportaciones a sistemas de previsión social deberían suprimirse en lugar de minorarse y sustituirse por un límite global de aportaciones acumuladas a lo largo de la vida laboral, de tal forma que se pueda generar ahorro para la jubilación en función de la situación de cada trabajador durante su trayectoria sociolaboral». Por último, sugieren al Gobierno que echen un vistazo a la práctica internacional.

Fuente: unespa.es